Con el Bugatti Veyron Vincerò d’Oro el preparador quiere ir un poco más allá, aunque aplicando algo de racionalidad (nunca viene mal aunque sea de vez en cuando), las partes doradas del coche no son realmente de oro. En realidad se trata de fibra de carbono tratada con cobre para que tenga ese aspecto.
El interior también sufre algunos cambios, de manera que ahora la fibra de carbono y las tonalidades doradas recubren los paneles de las puertas, los asientos y el volante. Además un línea de luces LED recorre todo el habitáculo, cuya finalidad, incluso estética, todavía estoy tratando de adivinar.
Lo que sí permanece invariable respecto a la versión de la que deriva es el motor: el W16 8.0 Cuatriturbo alcanza una potencia máxima de 1.109 CV. Personalmente el original, y a la vista de esta reinterpretación, “vulgar”, Bugatti Veyron original me sigue pareciendo un objeto de culto con el que soñar.
visto en motorpasion.com
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