Este modelo nace en Dubai, una tierra exótica, un paraíso dentro del desierto, uno de los destinos turísticos más importantes del planeta. Una alocada ciudad donde el dinero es lo que sobra debido al negocio nacional de extracción de petróleo.
Y es solo en una ciudad así en donde se le puede ocurrir a alguna persona en su sano juicio mandar a cromar todo su auto en oro. Todo un resplandeciente modelo de en sueño, todo excepto las llantas son de color dorado. Y es que un Jeque árabe no puede conducir cualquier auto, y menos uno que no lo distinga del resto de manera espectacular.
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