Como si esto fuera poco, hace ya muchos años, apareció un hombre cuyo nombre es Zhu Yu, un “artista” chino, cuya provocadora obra consiste en comer niños muertos, es decir, practica el canibalismo infantil. Este loco (no tiene otro nombre) robó algunos cadáveres de una escuela de medicina para comerlos, bien cocidos, delante de mucha gente.
Este hombre se dio a conocer en la tercera edición de la bienal de Shanghai en 2000, cuando dejó boquiabiertos a organizadores y visitantes al preparar, con mantel y cubiertos, un banquete en el que se comió un feto que previamente había cocinado a la parrilla
“Ninguna religión prohíbe el canibalismo. Ninguna ley dice que no se pueda comer carne humana. He aprovechado ese espacio vacío entre la moral y la legalidad para desarrollar mi trabajo”, asegura el protagonista del escandaloso espectáculo.
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